miércoles, 12 de junio de 2013

Quiero ser Archimago

  Quien no ha deseado alguna vez volar en escobas, realizar un Expecto Patronum, hacer vomitar serpientes o convertir a alguien en conejo... Lo único que tienen en común estos hechos es que pueden suceder en el mundo de fantasía en el que fueron escritos. El mundo real tristemente es mas aburrido y por fortuna mas seguro.
Muchos adolescentes confunden estos dos mundos y al oír la palabra brujo enseguida piensan en ti como un poderoso Merlín o un salvador HarryPotter en el mejor de los casos.


La realidad es que ser un brujo contemporáneo no difiere en exceso del resto de los mortales. Si es cierto que realizamos algunas prácticas que otros no hacen pero no estamos todo el día realizando conjuros y hechizos. En más, si eres un brujo responsable no solucionarás tus problemas a golpe de varita.

Muchas veces se acercan a nosotros personas que quieren conseguir poderes inimaginables, convertirse en una especie de superhéroe. Pues bien la Wicca no trata de eso sino de la búsqueda de un camino espiritual,  la armonización con la deidad y los seres que te rodean.

Particularmente en mi caso ser un brujo wiccano consiste más en una actitud ante la vida que en la realización de todo tipo de trabajos mágicos. Cierto es que realizo algunas prácticas diarias pero no difieren demasiado de otras religiones.

Como consejo amigo te diré que si quieres ser wiccano camina despacio que los dioses te irán guiando, por el contrario si sigues con la idea de convertirte en un archimago todopoderoso para protegerte de las artes oscuras, será mejor que centres tus expectativas en la literatura fantástica.



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